Los testigos de tierra grata
Marco cambió las armas por una cámara, Claribet combina las matemáticas con la fotografía y Cristian al ver la realidad ante el lente de una cámara decidió su proyecto de vida, ellos son La Rotativa, un colectivo de comunicaciones que registra la memoria de una comunidad que está naciendo en las inmediaciones de la Serranía del Perijá.
Tierra Grata es una vereda fundada por 162 excombatientes, ubicada en el municipio de Manaure (César). La primera vez que llegó la red eléctrica y el agua por el acueducto veredal a Tierra Grata las cámaras estuvieron allí, la imagen del alcalde de Turbaco con más de 60 años graduándose de bachiller, junto a 16 excombatientes quedó hecha una fotografía de sueños cumplidos, las primeras casas que se levantan y las nuevas semillas de árboles y hortalizas que germinan en la Serranía del Perijá son retratos que capturan el Colectivo de Comunicaciones La Rotativa.
La Rotativa surge inicialmente “con la idea de José y Jacqueline (una guerrillera con mucho tiempo en las Farc) de armar un colectivo de comunicaciones de la vereda de quienes habíamos llegado en armas, con el interés de contar y documentar nuestra vida como comunidad, que empezaba de cero”, cuenta Marco Guevara, integrante de La Rotativa.
Foto:@MarcoGuevara10 “Carla- excombatiente”
Pretender ser un proyecto documental sobre una comunidad que está naciendo, de memoria, que proyecta convertirse en una plataforma audiovisual en la Serranía del Perijá y de reparación colectiva para hacer imágenes de territorios que han sido invisibilizados por el conflicto armado, “mostrando la riqueza cultural y campesina para dignificar su valor humano”, afirma Marco.
Como nombre fundador del Colectivo “se nos ocurrió inicialmente La Metralleta, porque cuando se inicia el conflicto en el 64, El Partido Comunista envía a Jacobo Arenas a Marquetalia, él empieza a escribir a máquina y como lo hacía muy rápido le decían la metralleta, luego nosotros investigamos y había una maquinita que sacaba copias y le decían: La rotativa; es una palabra que aparece muchas veces en los documentos de campaña de Jacobo Arenas”, cuenta Marco, de las búsquedas para bautizar el Colectivo.
La Rotativa lleva un año funcionando y lo integran excombatientes, familiares y amigos que han llegado a Tierra Grata, sus contenidos los publican en @SimontrinidadTG, la página de Facebook de la vereda, “gracias a los turistas que llegan a Tierra Grata se viene ampliado el grupo de seguidores”, afirma Claribet Caro, fotógrafa en La Rotativa.
“Vendiendo mangos conseguí mis primeras cámaras”
Dicen de Marco Guevara que es un “romántico de la fotografía” siendo estudiante de Filosofía soñaba con tener una cámara al hombro, su primera cámara réflex fue una Pentax Camil y empezó con tres rollos de 35mm, le habían asegurado que esta era la forma para entrenarse como un buen fotógrafo. Su segunda cámara fue una Canon A1 que la consiguió al canjear unos cachos de vaca, “vendiendo mangos me encontré unos cachos que habían tirado a la basura, los recogí y los lleve a una casa de antigüedades, allí los cambie por una cámara y encime 20.000 pesos”, recuerda Marco cuando vendía mangos para aportar al sustento de su familia.
Su primera cámara digital fue una Nikon, “todo eso lo pague vendiendo mangos en Barranquilla, me vine a las armas y ahí si no supe nada de la fotografía hasta que llegamos a los territorios”. Marco fue combatiente durante dos años por su convicción política, ingresó a las Farc cuando se iniciaban la conversaciones en La Habana “entré en un momento histórico: o se profundizaba el conflicto o se acababa, quería tener esa experiencia y vivir un proceso de paz al interior de una insurgencia”, explica Marco.
La imagen que ha capturado y la que más lo impresiona, es la fotografía de “Carla”, excombatiente que tiene una pierna amputada, esté retrato hace parte de su trabajo fotográfico cicatrices del conflicto, “fue difícil que ella accediera a darme la fotografía, entendí lo que era para ella dar una imagen de su cuerpo así, esa fotografía siempre que la veo me llena de esperanza y me estremece un poco, ver una persona que fue amputada en el conflicto y que aún sigue luchando por la paz”, cuenta Marco con su mirada de fotógrafo.
Marco tiene claro que no le interesa terminar la carrera de Filosofía y que lo suyo es la fotografía, que le da el poder de narrar y “mostrar realidades que otros no pueden ver. Muchos saben que hay pobres, pero cuando ven en la fotografía el rostro de una persona pobre, es una realidad, tallada, plasmada, con la impronta de la pobreza en sus ojos, uno puede decir que el espectador cambia su mirada”, afirma Marco y vuelve al obturador de su cámara.
La profe de matemáticas que se entrena como fotógrafa
Claribet Caro es licenciada en matemáticas y física, llegó al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierra Grata con el proyecto “Arando la educación” que busca contribuir con los procesos de educación y alfabetización de los excombatientes. Siendo docente se vincula con La Rotativa.
Claribet es amante de las flores, recuerda que su primera foto fue una flor roja que se movía con el viento, —con esta imagen entendí cómo puedes detener el tiempo—, explica Claribet, “empecé con la cámara con los miedos normales…qué hago si daño la cámara, si se me cae, si tomo una foto mal, ahora entiendo que la cámara es una máquina de tiempo”, dice mientras sostiene su cámara.
Se entrena en la fotografía y también hace parte de las fotografías de otros, su rostro aparece como una peregrina en la movilización de los excombatientes que llegaron a Bogotá a exigir protección de sus vidas y el derecho a la paz, “con mi cámara puedo darle a conocer al mundo lo que está sucediendo en la implementación del Acuerdo de Paz”, afirma Claribet observando su horizonte y componiendo otras imágenes para congelar en historias y memoria.
Un reencuentro que cambia la vida
Cristian Sánchez, tiene 18 años y tras la firma del Acuerdo de Paz hace tres años conoció a su papá biológico, su madre sufrió de preeclampsia y al momento de Cristian nacer, ella murió. Sus padres fueron combatientes de las Farc, Cristian tras el fallecimiento de su madre fue entregado a una familia para que lo criará mientras su padre estaba en la vida en armas.
“Acceder a conocer a mi papá me hizo cambiar algunos conceptos que tenía de la guerrilla, seguro por mi edad no sabía que había una guerrilla y de eso no se hablaba en la familia que crecí. Conocí de las cámaras cuando llegue al ETCR, un día estaba por ahí sentado y me invitaron a un taller”, cuenta Cristian, quien registró a través de sus lentes cómo llegó el agua a Tierra Grata, antes el agua llegaba por un carro de bomba que llevaban los bomberos y llenaba dos piletas de agua, con la construcción del acueducto veredal esto cambió.
Para Cristian ha sido muy significativa esta experiencia de vida comunitaria y de permanente autogestión de los integrantes de la comunidad para habitar Tierra Grata, “me gusta dar a conocer que hay gente luchando por la paz y quieren un cambio social, estar en La Rotativa me ha permitido enfocar mi plan de vida y quiero estudiar Comunicación Social para hacer de este quehacer algo más formal”, cuenta Cristian acerca de una decisión que le provocó tener una cámara en sus manos.
Galería Fotográfica de Tierra Grata:
Fotos: Fotografías del Colectivo La Rotativa.
POR: ALEXANDRA GÓMEZ
Publicado el 10/nov/2020
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