POR LOS SENDEROS DE LAS PANDEMIAS Panorámica de la crisis por el Covid-19 en la Colombia rural: Cauca indígena

Cauca indígena
«¿Qué vale más? ¿Fortalecer la autonomía alimentaria o seguir
con la apuesta de acabar con los recursos naturales en nuestros territorios?»
Robert Molina, coordinador regional de la Guardia Indígena del CRIC
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Sin casos de coronavirus para reportar a la fecha en el Cauca indígena (última semana de abril), el de esta población es uno de los mejores ejemplos que tiene el país de un acertado manejo de la crisis.
Liderados por el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), una organización con medio siglo de existencia, la comunidad acató medidas bastante efectivas desde el inicio de la pandemia. De hecho, este organismo emitió un decreto rápidamente al inicio de la crisis, en contraste con la tardía reacción del Gobierno.
Dicho decreto permite un control territorial por parte de la Guardia Indígena para aislar a las comunidades. Para nada una nimiedad, tratándose de 127 resguardos indígenas que conforman el CRIC. Es decir, 11 pueblos en 10 distintas zonas que ahora son supervisados desde 311 puntos de control por cerca de 7500 guardias.
Por otra parte, el decreto apostó por el robustecimiento del sistema de salud conocido como Sispi (Sistema Indígena de Salud Propio Intercultural), y por el fortalecimiento de actividades como el trueque. Además, las autoridades indígenas trabajaron en consolidar la alimentación con el objetivo de subir las defensas de la población. Algo en lo que poseen conocimiento de sobra.
Todo lo anterior invita a pensar que no le caería nada mal a los gobernantes del país echarle una miradita al conocimiento de nuestros indígenas. Y de paso, revisar hasta qué punto el centralismo institucional se debe flexibilizar para situaciones tan atípicas y difíciles de controlar como una pandemia.
En cuanto a la situación de seguridad en la región, el tema continúa siendo complejo. La violencia en contra de la dirigencia social no ha cesado. Sigue el hostigamiento de grupos armados y las amenazas a guardias y coordinadores regionales. Eso sí, todos esos temas parecen haber pasado a un segundo plano en la agencia nacional.
Una situación que preocupa bastante a la dirigencia del CRIC es la de los indígenas desplazados por el conflicto armado hacia las ciudades, quienes ahora están expuestos al contagio del Covid-19. Ojalá así mismo fuera el interés de otros tantos dirigentes por sus pueblos, sin importar si se encuentran en un corregimiento, en las urbes o en el extranjero.
Finalmente, Robert Molina, coordinador regional de la Guardia Indígena del CRIC, nos deja este mensaje: “¿Qué vale más? ¿Un litro de gasolina o un litro de agua? En Colombia tenemos, en su mayoría, un modelo obrero casi esclavista. Entendemos que la gente de clase media en las ciudades no saben como pagar créditos y pasa igual en el campo. El llamado es a que en el contexto de la pandemia, justo ahora que acabamos de hacer una apuesta por un Acuerdo de Paz, tenemos que reflexionar sobre la clase de país que tenemos y sobre la convivencia que queremos como colombianos para lograr una nación distinta”.
La sabiduría del CRIC:
Entrevista completa realizada por la periodista alemana Julia Schmidt a Jhoe Nilson, coordinador del programa Defensa de la Vida y Derechos Humanos del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), y a Robert Molina, coordinador regional de la Guardia Indígena del CRIC.