La doble moral de los armados en el Pacífico Caucano
“Cuando pasa una lancha la gente siente temor y se prepara psicológicamente para decir algo va pasar (…) nos encontramos con muchos niños y niñas extendiendo su banderita blanca”, asegura una integrante de Cococauca, una organización social que hace presencia en Guapi y en el Pacífico Caucano, quienes impulsaron junto a otras organizaciones la Caravana por la vida y por la paz debido a la crisis humanitaria que se presenta en la región.
Integrantes de Cococauca afirman “que la pandemia tuvo más un efecto social que de salud en nuestros territorios”. Que los NNA no fueran a estudiar generó mayor posibilidad para la vinculación a los grupos armados ilegales, tanto por las condiciones de pobreza extrema que emergieron, donde el armado ofreció pagar el recibo de la luz, dar un mercado, brindar una mensualidad a la familia si el menor se adscribe “y como es un niño la plata de su trabajo la reciben sus padres” o niños y niñas que fueron “endulzando con moneditas y cariños”, cuentan habitantes de Guapi.
El 12 de enero fue encontrada sin vida Alejandra Solis, una niña de 12 años con signos de tortura y abuso sexual, días después en las calles se vieron panfletos anunciando la muerte a “drogadictos y violadores” y apareció el presunto abusador sexual muerto, “ así mandando un mensaje de ley y los castigos que tienen a su manera (…) De esta forma quieren ganarse la confianza de las comunidades (…) son los que ajustician a las personas que cometen delitos pero al mismo tiempo están reclutando menores, atemorizando a las familias”, reflexiona un miembro de Cococauca.
Los NNA que están directo al mar con conexión a Ecuador
La amplia red de ríos y manglares que tiene la costa pacífica nariñense y la salida al Ecuador, es la característica geográfica de especial interés en la disputa de los actores armados. “Acá el conflicto colombiano no terminó, continúa y cada vez es más fuerte”, dice Jorge García, coordinador de la Comisión de la Verdad para Tumaco y la Costa Pacífica Nariñense.
García da cuenta cómo el reclutamiento de NNA viene aumentando en las zonas rurales. Los actores armados ilegales ofrecen plata, jeans, celulares, “a veces hay complacencia de las familias. (…) Enamoran a la niña y como llega con un celular nuevo que le regaló el novio, lo celebran”, cuenta un líder social de un barrio del casco urbano de Tumaco.
“(…) También es un problema para el joven que no se deja persuadir porque se le vuelve en una sentencia de muerte (…) Los jóvenes de Tumaco están pensando en una vida muy corta, ellos prefieren vivir tres meses bien y no pobres toda la vida y cuando los jóvenes de una sociedad se plantean eso, estamos demasiado graves”, plantea García.
“Lo que ocurre en el Pacífico que es una zona de gente indígena y negra, no tiene mucha importancia para el país. Es una reproducción del modelo colonial racista. Allá pueden matarse y no responde nadie (…) aquí hay un racismo de Estado, una historia de desprecio”, asegura él.
Coalico en el boletín N° 25 señala que “la Defensoría del Pueblo ha emitido hasta el 30 de junio, 9 alertas tempranas de las cuales 6 señalan riesgo de reclutamiento en por lo menos 18 departamentos del país, esto debido a la presencia permanente de actores armados”. Nuevamente el conflicto armado interno está poniendo en juego la vida de NNA afros e indígenas que están sentenciados a morir no de viejos sino por las balas, sólo por nacer cerca al mar. En una disputa de adultos que no es juego de niños.
Por: Alexandra Gómez. Publicado el 21 de octubre de 2021
